Para quienes usan lentes de contacto por primera vez, distinguir sus ventajas y desventajas a veces no es fácil. Hoy presentaremos tres maneras sencillas y prácticas de distinguirlas de forma rápida y precisa.
PRIMERO
El primer método es el más conocido y común, y es muy sencillo y fácil de entender. Primero, se coloca la lente en el dedo índice y luego paralela a la línea de visión para observar. Con la parte frontal hacia arriba, la lente tiene una forma similar a la de un cuenco, con un ligero borde hacia adentro y una curva redondeada. Con la parte opuesta hacia arriba, la lente parece un plato pequeño, con los bordes hacia afuera o curvados.
SEGUNDO
El segundo método consiste en colocar el lente directamente entre el índice y el pulgar, y presionarlo suavemente hacia adentro. Con la parte frontal hacia arriba, el lente se pliega hacia adentro y recupera su forma original al soltar el dedo. Sin embargo, con la parte posterior hacia arriba, el lente se despliega y se adhiere al dedo, y a menudo no recupera su forma por sí solo.
TERCERO
Este último método se observa principalmente en el estuche dúplex, ya que es más fácil distinguir la capa de pigmento de las lentes de contacto de color a través de la base blanca. Con la parte frontal hacia arriba, se observa un patrón claro y una transición de color suave en las lentes de color, mientras que con la parte posterior hacia arriba, no solo cambia la capa de patrón, sino que la transición de color también se ve menos natural.
Aunque los lentes de contacto no se ven muy afectados al colocarlos boca abajo, pueden causar una sensación de cuerpo extraño más pronunciada al usarlos en el ojo y también pueden causar fricción física en la córnea. Por lo tanto, es importante seguir las prácticas habituales de uso y limpieza de los lentes de contacto y no saltarse ningún paso por pereza.
Hora de publicación: 29 de agosto de 2022